Desde la Universidad de Jaén se organizaron en el pasado mes de abril de 2011 unas jornadas teórico-prácticas para la divulgación y
conservación de la colección de libros de coro de la Catedral de esta ciudad.
La actividad, dirigida al alumnado universitario, principalmente alumnos de
Historia del Arte y de Magisterio en la Especialidad de Educación Musical,
comenzó con una serie de ponencias que mostraron el libro de coro desde
distintas perspectivas (historia del arte, musicología, conservación o
codicología). Las últimas jornadas fueron prácticas en la propia catedral: se
formaron una serie de grupos de trabajo para el análisis de
los cantorales;
en ellos el alumnado desarrolló tareas de inventariado, iniciación a la
catalogación y labores básicas de conservación.
Los cantorales son libros litúrgicos de gran tamaño usados en el pasado por las instituciones religiosas. Colocados sobre el facistol, los miembros del coro los empleaban para cantar durante la liturgia, convirtiéndose así en elementos imprescindibles en las celebraciones religiosas y llegándose a utilizar varias veces al día a pesar de su peso.
En su elaboración participaban un gran número de artesanos que con sus distintos oficios dotaban a la obra de una gran riqueza documental, histórica y artística. Pero no sólo tienen un valor tangible; estos grandes libros son una importante fuente de información etnológica, ya que son el resultado de la impronta de distintos oficios artesanales.
Por desgracia, a pesar del “valor” y la consideración de la que gozaron en el pasado, hoy, el desuso ha marcado el estado lamentable de conservación en el que se encuentran muchos de ellos.
En su elaboración participaban un gran número de artesanos que con sus distintos oficios dotaban a la obra de una gran riqueza documental, histórica y artística. Pero no sólo tienen un valor tangible; estos grandes libros son una importante fuente de información etnológica, ya que son el resultado de la impronta de distintos oficios artesanales.
Por desgracia, a pesar del “valor” y la consideración de la que gozaron en el pasado, hoy, el desuso ha marcado el estado lamentable de conservación en el que se encuentran muchos de ellos.