Los cantorales son libros litúrgicos de gran tamaño usados en el pasado por las instituciones religiosas. Colocados sobre el facistol, los miembros del coro los empleaban para cantar durante la liturgia, convirtiéndose así en elementos imprescindibles en las celebraciones religiosas y llegándose a utilizar varias veces al día a pesar de su peso.
En su elaboración participaban un gran número de artesanos que con sus distintos oficios dotaban a la obra de una gran riqueza documental, histórica y artística. Pero no sólo tienen un valor tangible; estos grandes libros son una importante fuente de información etnológica, ya que son el resultado de la impronta de distintos oficios artesanales.
Por desgracia, a pesar del “valor” y la consideración de la que gozaron en el pasado, hoy, el desuso ha marcado el estado lamentable de conservación en el que se encuentran muchos de ellos.


viernes, 24 de mayo de 2013

CÓDICES ILUMINADOS EN EL ALCÁZAR SEVILLANO

El salón del Alto Apeadero del Real Alcázar de Sevilla expuso hasta el 10 de junio del pasado año veintisiete facsímiles de códices iluminados bajo el título El gabinete de las maravillas: Códices iluminados de las mejores bibliotecas del mundo.
Con la oportunidad excepcional de oír a Elisa Ruiz en la conferencia inaugural, pudimos admirar facsímiles  tan importantes como el Breviario de Isabel la Católica, el Libro de horas de Juana I de Castilla o el Beato de Cerdeña además de una serie de atlas.
Sinceramente Manuel Moleiro nos muestra unas obras muy similares a las originales a simple vista, que nos permiten poder acercarnos a ellas sin tenerlas físicamente presentes. Emplea materiales y técnicas esmeradas, y cuida enormemente los detalles. Pero a pesar de su excelente trabajo eché de menos las marcas del paso del tiempo y de la historia del propio libro, que dejaron su impronta en aquellos maravillosos originales.

viernes, 3 de mayo de 2013

CURSO DE CALIGRAFÍA

En octubre del 2011 pude organizar un curso de caligrafía para los alumnos de la facultad de Bellas Artes de Sevilla. En él comencé explicando distintas formas de escritura, (desde los pictogramas, ideogramas e imágenes hasta llegar a los fonogramas y alfabetos), siguiendo con los orígenes de la escritura en relación con el material de escritorio (de las tablillas de arcilla al soporte pergamino y papel), la elaboración de tintas y los distintos instrumentos para su ejecución, como la caña y la pluma.
De manera similar expuse las características de los materiales empleados para la iluminación y al igual que en la caligrafía, los pasos necesarios para su ejecución. En una segunda parte de la actividad aporté fotocopias de distintas letras iluminadas y cada asistente realizó una copia o versión de una o varias letras ornamentales doradas y pintadas según el proceso tradicional, (aunque con materiales modernos similares a los originales, como un pequeño formato de papel apergaminado), para crear un personal marcapáginas.
Espero que para todos los asistentes fuera una experiencia tan enriquecedora y agradable como lo fue para mí.